jueves, 1 de mayo de 2014

Tu voto es útil y no para intereses.

Tu voto es útil y no para intereses.
Adolfo L. Suárez A.
Panamá
Al momento de culminar una contienda electoral que ha estado marcada por la continua y sistemática campaña de ataques sucios por parte del gobierno  que se ha caracterizado por la corrupción abierta, la mentira, el desmedido gasto de dinero de todos los panameños y de muchas cosas sucias que han sido denunciadas en todos los medios nacionales e internacionales.
Tras el exitoso cierre de campaña del domingo pasado de la Alianza El Pueblo Primero y en la que se demostró la convicción silenciosa y segura de los panameños y panameñas que quieren un cambio real, un grupo de panameños connotados decidieron según ellos, apoyar al candidato del PRD y no a Juan Carlos Varela.
Solo puedo señalar que además de un error grande y de ir en contra de su postura anti PRD, ha quedado mostrado que lejos de afectar a Juan Carlos Varela, le ha dado el respiro de no tener gentes que indica un interés de grupo en lugar de poner al pueblo primero como lo ha estado haciendo la Alianza El Pueblo Primero.
A ti: amigo, amiga. En este momento yo te pregunto desde el fondo de mi alma ¿quién ha sido el candidato más atacado en esta campaña? ¿quién es el candidato que no te habla con ínfulas de intelectual como el títere de Ricardo Martinelli? ¿por qué hay tanto interés en no reconocer que las encuestas de papel están totalmente lejos de los simulacros reales de votación?
Es hora de pensar no por lo que dicen un grupo de interés que ahora olvidó su posición anti PRD, ni tampoco en dejarte llevar de una parafernalia publicitaria en la que un títere manejado por el gobierno ha hecho una presentación falsa e incolora en estas elecciones.
A ti. Yo te hablo con toda la franqueza: "no te dejes engañar".  Solo hay un candidato, un candidato que no responde a las ordenes de un jefe u otro que ahora quiere que llegar a la presidencia sin importar el costo.  No te dejes engañar por el títere del CD, ni por el otro candidato que ahora recibe el apoyo de un tal movimiento Nueva República.
A ti. Solo hay un candidato que puede lograr: Juan Carlos Varela.
Vota a conciencia, por Panamá y para que haya un verdadera distribución de la riqueza: Varela Presidente.

jueves, 6 de marzo de 2014

Sobre reelecciones disfrazadas.

Sobre reelecciones disfrazadas.
 Adolfo L. Suárez A.
Pinky Mimito y Cerebro Martinelli.
Tomado del diario La Prensa.
Desde las más recientes declaraciones dadas por el Presidente de la República, Ricardo Martinelli, en las cuales lanzó toda una serie de graves descalificaciones e irresponsables comentarios hacia la honorabilidad del Tribunal Electoral, al asegurar que había dudas en el conteo de los votos que se emitirán en las próximas elecciones hasta el momento en que expresó en Davos, Suiza, que la Constitución Nacional tenía que ser reformada para reducir el periodo establecido para optar por la reelección presidencial por parte de un mandatario, enciende las alarmas de una posible inestabilidad que se desea promover en la próxima contienda electoral del 4 de mayo de este año.

Los ataques ofensivos hacia el candidato de la Alianza El Pueblo Primero quien marca supuestamente de tercero en las encuestas, la insistencia de la no participación en debates por parte del candidato oficialista y la elección de la Primera Dama como su compañera de fórmula no hace más que evidenciar lo fácil que es vulnerar la Constitución Política en búsqueda de una reelección solapada que perpetúe las ambiciones desmedidas de un grupo político que ha hecho del derroche de fondos públicos sin control exhaustivo responsable y del transfuguismo exacerbado en una danza de dólares, como su característica personal. Todo en un país que en su historia política nunca ha tenido un exabrupto de tales dimensiones, y que hace veinticinco años se debatía por alcanzar la democratización del país y sus instituciones en medio de una lucha civilista frente a una férrea dictadura militar que llevó al país a una invasión militar foránea provocada. incluso, ni los militares durante la Dictadura Militar o los liberales en los años anteriores a 1968, tuvieron la osadía de continuar un gobierno a través de una dinastía política que contradice en lo más profundo el verdadero sentido de lo que es una república. 

Es necesario recordar que la reelección directa fue rechazada en 1998, tras el rotundo NO que derrotó al SI auspiciado por el PRD y sus aliados durante el gobierno del entonces presidente Ernesto Pérez Balladares y que fue respaldada precisamente por quien hoy es el Presidente de la República, Ricardo Martinelli, hasta el último momento.

Ante estos hechos, es necesario que los panameños nos concienciemos de lo que está ocurriendo y del peligro en que se encuentra el país en manos de esta administración, cuya prolongación sería destruir el crecimiento económico que tanto se vanagloria esta administración de decir que es de él, cuando es producto de diversas administraciones, y que lo que se debe verdaderamente buscar es que llegue a todos los panameños y no a un grupo de la sociedad.

El país no puede permitir que un presidente intervenga en los asuntos electorales, decida lo que hace el candidato de su partido debe hacer, e imponga a su cónyuge como medio de presionar en el futuro de una posible victoria y repetir "un nuevo gargantazo" como el 1982 con el entonces presidente Aristides Royo durante la dictadura militar, si él mismo se alejara de sus deseos. Mirémonos en el espejo de lo que está pasando en Venezuela. (http://www.prensa.com/impreso/opinion/mirarse-espejo-venezolano-temistocles-obaldia/279110)


Juan Carlos Varela,
candidato presidencial de la Alianza El Pueblo Primero
No te dejes engañar y decide desde lo más profundo de tu conciencia te hago un llamado a que leas las propuestas de la Alianza El Pueblo Primero, para que las mismas se conviertan en una realidad para todos los panameños sin distinciones de ninguna índole. Ese cambio solo lo puede hacer Juan Carlos Varela e Isabel St. Malo de Alvarado.

No te dejes engañar por el títere. Varela es el mejor.

jueves, 9 de enero de 2014

Jueves 9 de enero.

Jueves 9 de enero.


Adolfo L. Suárez A. 


Era la tarde de un día jueves 9, de hace cincuenta años, cuando un grupo de jóvenes del Instituto Nacional, marchaban hacia la Escuela Secundaria de Balboa, sin saber que ellos escribirían la página más heroica de la historia nacional. Su misión era izar la bandera nacional en la Escuela Secundaria de Balboa, la cual tenía que ser izada en ese lugar como parte de los sitios acordados por la Comisión negociadora establecida en virtud del Acuerdo Chiari-Kennedy de junio de 1962.
Este acuerdo, que fue negociado y firmado en la ciudad de Washington D.C., por los presidentes Roberto F. Chiari de Panamá y John F. Kennedy de los Estados Unidos de América, establecía el despliegue de la bandera panameña en diferentes sitios públicos de la antigua Zona del Canal. A su vez, fue antecedido por la Siembra de Banderas y la Operación Soberanía de 2 de mayo de 1958 y 3 de noviembre de 1959 respectivamente, hechos que llamaron la atención a la opinión pública nacional e internacional sobre la creciente insatisfacción de un pueblo que tenía que soportar la presencia de una colonia de facto frente a sus propios ojos y a escasos pasos.
Aquellos institutores no esperaban que fueran recibidos violentamente por parte de estudiantes zoneítas con sus padres, apoyados por los mismos policías zoneítas que supuestamente deberían protegerles. La violencia desatada por los zonians y la respuesta que no se hizo esperar por parte de la población de la ciudad, la cual a su vez, produjo la intervención de efectivos militares del Comando Sur dirigido por el general Andrew O’Meara habría de terminar con el trágico saldo de veintitrés muertos y centenares de heridos en los hospitales de la Ciudad de Panamá en enfrentamientos que continuaron los días 10, 11 y 12.
Portada de la Revista Life de enero de 1964.
Independiente a la posición asumida por el presidente Chiari y su Ministro de Relaciones Exteriores, Galileo Solís, y la decisión de romper relaciones diplomáticas entre nuestro país con los Estados Unidos, es digno de rescatar que ese fue un día que unió a panameños de distintas condiciones económicas, políticas y sociales en una sola voz de defensa por su soberanía nacional en un territorio que siempre le había pertenecido.
No obstante, es necesario que tengamos presente que ese jueves 9 produjo un antes y un después en nuestra historia nacional. En primer lugar, fue el momento en que murió la etapa revisionista de las relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, caracterizada por sustentar las relaciones de los dos países en la búsqueda de revisiones al denominada Convención del Canal Ístmico o Tratado Hay-Bunau Varilla, que daba a perpetuidad la franja canalera a los Estados Unidos y de la cual solo se pudo alcanzar dos tratados en 1936 y 1955. En segundo lugar, ese día se dieron los primeros pasos de la etapa abrogacionista en las relaciones entre ambos países, etapa que iniciaría formalmente con la firma de la Declaración Moreno-Bunker de abril de 1964, en la cual se establecía claramente la eliminación de todas las causas de conflicto entre las partes, y que culminaría tras varios tropiezos e intereses políticos y geopolíticos, con la firma de los Tratados del Canal de Panamá o Torrijos-Carter de 1977 del 7 de septiembre de 1977.
Sin embargo, esa ruta a la abrogación del Tratado de 1903, tuvo que pasar por un camino difícil y que explicó muchos de los acontecimientos posteriores. Tras los sucesos de enero de 1964 y la firma de la Declaración Moreno-Bunker, los dos países iniciaron negociaciones que habrían de culminar con los Tratados Tres en Uno de 1967, los cuales habrían de ser rechazados por la Asamblea Nacional en ese mismo año, mientras que en los Estados Unidos los cambios políticos llevaron a que se les llamaran “los tratados huérfanos” como les llamó el autor estadounidense y embajador en Panamá William Jorden en su libro La Odisea de Panamá.

La necesidad de culminar con un tratado que favoreciera a los intereses militares y geoestratégicos de los Estados Unidos, más las rivalidades políticas internas de las elecciones de 1968, incluido la destitución del presidente Marco Robles en marzo de ese año y su mantenimiento en la presidencia gracias al apoyo de la Guardia Nacional, llevaría a que la misma Guardia Nacional asaltara el poder en el mes de octubre de 1968 y derrocara al ya presidente electo Arnulfo Arias Madrid.



Después de las luchas internas por el poder, que culminaron con la consolidación de Omar Torrijos en diciembre de 1969, se reinició un largo proceso que inició con la posición de la Cancillería panameña que llevó al rechazo final de los proyectos de 1967. Posteriormente, el camino seguiría con las conversaciones de 1971, la convocatoria al Consejo de Seguridad en 1973 a reunirse en Panamá y la firma de la Declaración Tack-Kissinger de 1974 que inició el camino que habría de culminar con los Tratados del Canal de Panamá o Torrijos-Carter del 7 de septiembre de 1977.

Hoy, a catorce años de la entrega del Canal de Panamá a manos panameñas nos llena de orgullo que esa lucha iniciada hace cincuenta años no quedó en vano y que en un día nos complace en recordar y agradecer por su heroísmo, por su amor a esta hermosa tierra y por unirnos en un sentimiento único de lealtad hacia nuestra bandera que hoy flamea soberana en todo su territorio.

Solo queda decir a los Mártires de Enero: Gracias.